«Si no fuera por todos, nadie sería nada», cuando con 16 años mi madre me dijo esto no lo entendí, ahora lo entiendo.
Mi nombre es Carlos Abajo Márquez y nací el verano de 1975 en Málaga mientras mis padres, como cada año, veraneaban en Torremolinos.
Actualmente soy Presidente del Distrito número 1 de Bilbao por el Partido Popular y Coordinador Territorial de Encartaciones, tareas que compagino con mi trabajo en la hostelería bilbaina.
Toda mi vida he residido en el barrio bilbaíno de Deusto, junto a mi hermano mayor Manu, cerca de donde estudiábamos, el colegio La Salle de Bilbao.
Mi padre, José Luis, vivió toda su vida en este mismo barrio y trabajó durante 43 años en el Banesto. Un hombre luchador, con gran sentido común y amante del deporte. Mi madre, Nieves, nació en Málaga y ha dedicado toda su vida al cuidado de su familia, hogar y, cómo no, a su gran pasión, la pintura.
Tras terminar la EGB realicé el bachillerato en el ICE de Botica Vieja. Es en este instituto donde entré a formar parte de las filas de «Gesto por La Paz», organización que trabaja por la paz y el fin de la violencia.
Durante mi asociación a Gesto por la Paz acudía a los numerosos minutos de silencio convocados en la hora del patio del instituto y a las diversas manifestaciones que convocaban.
En el instituto también decidí concurrir a la elección de delegado del consejo escolar para, según yo explicaba: “despolitizar un órgano estudiantil que en aquellos tiempos dominaba el sector más abertzale”. En este órgano logré estar durante 3 años consecutivos, hasta que finalicé mis estudios.
Posteriormente me trasladé al instituto Tartanga de Erandio para cursar un Módulo Superior en Maquinas Eléctricas.
Con 20 años decidí independizarme y mudarme a Málaga a trabajar, es allí donde ingresé en las filas del Partido Popular en el año 1997. A partir de aquí comencé mi andadura como presentador de radio y televisión, locutor y productor.
Buscando siempre hacer cosas diferentes creé en Torremolinos un grupo de jóvenes llamado «Oin Beltzak» , con el que realizábamos, en colaboración con los ayuntamientos de Torremolinos y Benalmádena, innumerables actividades deportivas.
Todas estas actividades estaban siempre marcadas por un especial sentimiento de cuidado del Medio Ambiente, como: concursos de montaña, actividad que a día de hoy sigue viva; limpieza de una de las Cuevas más representativas de Torremolinos… y un largo etc.
Años después, tras el fallecimiento de mi padre, decidí volver a Bilbao. Es aquí donde descubrí mi otra pasión, la hostelería.